
En el Pacífico colombiano, el conocimiento y las prácticas medicinales tradicionales han sido transmitidos por generaciones, basándose en la experiencia, las costumbres y los saberes ancestrales. Dentro de este sistema de salud, la botella curada se destaca no solo como un tratamiento específico para distintas afecciones, sino como un símbolo de identidad cultural y resistencia. Esta investigación analiza las memorias compartidas de los sabedores y sabedoras sobre su práctica en las familias del barrio Alberto Lleras calle La Paz, de Buenaventura. A través de un enfoque cualitativo y etnográfico, se identifican los factores socioculturales que influyen en la transmisión de saberes, con especial atención al rol de los jóvenes en la continuidad o transformación de estos conocimientos. Los hallazgos revelan que, aunque la botella curada sigue siendo un recurso terapéutico clave, enfrenta desafíos como la modernización, la influencia de la medicina occidental y el desinterés de las nuevas generaciones. Sin embargo, dentro de las familias se han desarrollado estrategias de enseñanza que permiten que algunos jóvenes se apropien de este saber ancestral. Se concluye que es esencial fomentar el interés de la juventud para fortalecer la identidad y el patrimonio cultural de las familias.